sábado, 10 de noviembre de 2007

B.- ¿Qué sabemos de la Estrella de Navidad?

B.- ¿Qué sabemos de la Estrella de Navidad?
Hemos de partir de la base de que no tenemos ningún texto escrito por un testimonio ocular del fenómeno, sino que nos hemos de remitir a documentos de la vida de Jesucristo que fueron escritos unos años después de su muerte. A menudo se piensa que la única referencia es debida al Evangelio de San Mateo y, en cambio, se han encontrado otras: en uno de los llamados evangelios apócrifos -aquellos textos escritos al estilo bíblico pero que jamás llegaron a incorporarse a la Biblia-, el debido a Santiago, y en la Epístola XIX de Ignacio. No obstante, esta información es escasa y, muy a menudo, contradictoria.

En primer lugar, tenemos que Mateo, Santiago e Ignacio hacen referencia a que los Magos llegaron a Belén guiados por una estrella indescriptiblemente grande y brillante, mientras que otros evangelistas como Lucas, ni siquiera mencionan la presencia de una estrella. Si la Estrella era tan destacada, ¿cómo se explica que Lucas no la mencione?, y más teniendo en cuenta que los Evangelios de Mateo y Lucas son bastante similares. Pues, probablemente, la respuesta sea que Mateo disponía de documentos complementarios que exponían la "Natividad" de manera más detallada.

En segundo lugar, debe recordarse la sorpresa del rey Herodes por la explicación de los Magos respecto a la Estrella. Parece imposible que un objeto tan brillante, como decían los Magos, no fuera visto ni por Herodes ni por nadie en su corte. ¿Quizás sus súbditos se lo ocultaron? Esta última hipótesis es más que posible y así lo han hecho notar diversos expertos en el tema.

En este marco de falta de información fiable por la ausencia, ya mencionada, de textos escritos por testigos directos, sólo podemos plantear tres tipos de hipótesis para resolver el enigma, tal como lo hace el investigador Mark R. Kidger:


La Estrella de Navidad es un mito y probablemente jamás existió. Sería una posibilidad razonable ya que ningún rey ni emperador de la época nacía o moría sin que pasasen fenómenos celestes o terrenales para dar mayor importancia a la noticia.


La Estrella de Navidad es un suceso milagroso y, por tanto, una manifestación de la mano de Dios; ergo, no podemos entrar en esclarecimientos bajo la perspectiva científica. Si es así, el análisis de este acontecimiento no tendría ningún interés y no existiría una explicación científicamente válida.


La Estrella de Navidad fue un suceso astronómico real y sólo es cuestión de tiempo y paciencia determinar cuál, de entre las diferentes hipótesis posibles: cometas, meteoros, supernovas, novas, planetas,..., es más plausible. Es en este sentido que puede llevarse a cabo una investigación científica y es en el que nos centraremos de ahora en adelante.
C.- La fecha de Navidad
Para explicar un determinado acontecimiento, en ciencia, es necesario saber dónde y cuándo se produjo. En este caso sabemos muy claramente el lugar, pero no tenemos una idea clara de la fecha. Es generalmente conocido que el día 25 de diciembre no es exactamente el día del nacimiento de Jesús, pero además, tampoco podemos asegurar en qué año se produjo.

En tiempos de Jesús, bajo la dominación del Imperio Romano, el calendari se regía por el año de la fundación de Roma -ab urbe condita-. Después de la caída de Roma, en el siglo V d.C., el calendario romano fue extinguiéndose y, entonces, un hombre llamado Dionisio Exiguus intentó elaborar un nuevo calendario basado en la Navidad.

Dionisio, para conocer el año de nacimiento de Jesús, fue contando los años de vida de los diversos emperadores romanos, y así fijó el año 1 d.C. Este método se ha utilizado para datar sucesos en muchas otras tradiciones y es un método eficaz siempre y cuando uno no se equivoque en contar o se olvide algún rey o emperador. Dionisio olvidó que César Augusto había reinado primero como Octavio, lo que provocó que sus cálculos tuvieran un error de 5 años. Por lo tanto, Jesucristo nació, muy probablemente, hacia el año 5 a.C.

Pero retornemos a los textos bíblicos. Sabemos por los Evangelios que Jesucristo nació después de que Octavio promulgase un censo, que probablemente fue el del año 8 a.C., y que Herodes el Grande reinaba en Judea. Herodes murió, según los cronistas de la época, entre un eclipse de luna y la Pascua Judía. Por tanto, mediante los cálculos modernos (ver el análisis de Mark Kidger ) se ha podido determinar que se produjo hacia el año 5 a.C. (tal como los cálculos de Dionisio indicaban) sin descartar que pudiera ser el año 6 a.C.

Pero, ¿sabemos qué día era? Desde el año 194 d.C. se han ido sucediendo diversar hipótesis, pero si utilizamos el sentido común podremos resolver bien el problema. Si, como dice el Evangelio, había pastores en los campos, se tiene que no podía ser una fecha invernal, sino muy probablemente primaveral. Además, si tenemos en cuenta que los hostales estaban llenos -cosa que sucedía habitualmente por Pascua- podemos concluir que lo más probable es que Jesús naciera en una fecha cercana a la Pascua del año 5 a.C., lo que nos llevaría hacia algún día de la segunda quincena de abril.

¿Por qué la celebramos en diciembre? Las comunidades cristianas escogieron este día por su proximidad a la fiesta pagana del solsticio de invierno, en la cual se adornaban las casas con ramos verdes - el árbol de Navidad actual - y se hacían múltiples regalos para conmemorarlo, al igual que hacemos ahora. Es muy habitual que las tradiciones religiosas adapten sus fiestas a los calendarios paganos preexistentes con el objetivo de lograr una mayor y más profunda presencia de sus tradiciones.

No hay comentarios: